La burocracia
Cómo me podía imaginar yo que fuera un asunto burocrático el que me hiciera volver antes de tiempo a España. Sí, volver a España. Si las cosas no cambian, el 6 de septiembre aterrizo en Madrid, entre otras cosas para resolver una cuestión de "papeles".
Os cuento.
Desde el día 9 de marzo en que contacté por primera vez con el consulado español en Quito con intención de iniciar el proceso de renovación de mi pasaporte, ha habido muchas llamadas telefónicas, muchos correos electrónicos, muchos enfados, muchos "no puedo creerlo", algún correo al Ministerio de Madrid y al final una ayuda por parte de un amigo de una amiga de la embajada española en Ecuador.
Mi intención era quedarme en Ecuador más tiempo y seguir trabajando en la construcción de Cáritas aquí en Cojimíes. Tengo una visa temporal para quedarme dos años en calidad de jubilado y a pesar de los problemas que el propio trabajo te va presentando, esa era mi intención.
Coincidía que en septiembre próximo se me caduca el pasaporte por lo que intenté el proceso de su renovación. Escribí al consulado español en Quito, que es el que más cerca me queda y cometí el primer fallo, les decía en mi correo que estaba viviendo en Cojimíes (Manabí). Inmediatamente me contestaron que me tenía que dirigir al consulado de Guayaquil que es ahí donde se renuevan los pasaportes de Manabí, a pesar de que me queda 100 kms. más lejos. Traté de explicarles que no tengo una residencia fija y que Quito me era más accesible. Nada. Ya estaba decidido por ellos. Yo tenía que hacer todos los trámites en Guayaquil.
Les escribí a Guayaquil dos correos y te contestan con un mensaje automático diciéndote básicamente que te dirijas a la página web y que sigas las instrucciones. Así lo hice, y así me enteré que lo primero que hay que hacer es inscribirte en el consulado para posteriormente poder pedir una cita para renovación de documentos. La documentación que te piden es sencilla pero hay que enviarla obligatoriamente por DHL. Miré en internet, y la oficina más cercana la tenía a 40 Kms. Reuní la documentación y en esa oficina que no es de DHL, sino de Wester Union, sí que me daban la posibilidad de enviar documentos por DHL. Les insistí mucho en lo que pedía el consulado. A los dos días me llama el repartidor, no de DHL sino de ServiEntrega que no le permitían entregar los documentos. A pesar de varias llamadas que yo hice al consulado, en ningún momento me cogieron el teléfono, ni nunca me lo han cogido. Resulta que aquí Servientrega y DHL funcionan juntos para envíos a nivel local.
Mientras me devolvían los documentos ( una semana), llamé al consulado, nunca me cogieron el teléfono, y a través de una amiga que pasó por Cojimíes y que vive en Manta, donde sí hay una oficina propia de DHL, le pedí el favor que me los enviara. Después de tres semanas como no sabía nada de la entrega volví a llamar varias veces, nunca te cogen el teléfono. Llamé a Quito, ahí si te atienden, pero se encierran en que todos los trámites los tengo que hacer en Guayaquil. Seguramente algo les llegó de Quito porque recibí una llamada del Consulado de Guayaquil diciéndome que nada se había entregado a mi nombre, y que yo no costaba en el registro del consulado. Les expliqué todo el proceso y me dijeron que yo tenía que haberlo hecho personalmente, que no podía pedir el favor a nadie para que enviara los documentos. Traté de explicar que los documentos sí venían a mi nombre y eran exactamente los que pedían en la página web. Me colgaron el teléfono.
Casualidad o no, mi amiga al día siguiente recibe vía DHL los documentos que yo había enviado y con una nota, que faltaban documentos, y si yo no se los hacía llegar no me podían inscribir. El caso es que a pesar de que yo había dejado bien claro que era jubilado y que no tenía residencia fija en Ecuador, me pedían documentos tales como contrato de trabajo, justificante de pagos al IESS (Seguridad Social Ecuatoriana), contrato de arrendamiento de vivienda, planilla de luz, etc. Documentos que además de no poder presentar en ingún caso aparecen como necesarios en la pagina web que ellos tienen.
Les volví a llamar (no cogen el teléfono), les volví a escribir emails, no los contestan. Pero tienen un telefono para emergencias y lo utilicé. Inmediatamente la chica me dijo que lo mío era una urgencia y no una emergencia, pero no me dio ninguna alternativa para poder utilizar.
A partir de ahí, mediante un correo informé al Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid lo que me estaba pasando y envió un correo a los dos consulados para que me solucionaran el problema. El consulado de Quito me volvió a escribir con lo mismo, que yo tenía que realizar todos mis trámites en Guayaquil o presentar pruebaas de que yo había estado viviendo en otros lugares de Ecuador. Desde Guayaquil, silencio.
Hace una semana, a través de una amiga pude ponerme en contacto con un chico de la embajada y le comenté mi caso. El ha hablado con las personas del consulado de Quito y siguen encerrados en lo mismo, y de pronto me hace una propuesta, que pase de los dos consulados y que me vuelva a España con el pasaporte antes de que se me caduque.
Supervisor de obras
Y eso es lo que voy a hacer, ya estoy harto de desplantes, de burocracias, de mala y nula atención y en España solicito una cita como siempre y lo renuevo.
Eso sí, quiero pasar por el Ministerio de Asuntos Exteriores y presentar una queja de la mala atención que he tenido por parte de los que me tienen que asistir en Ecuador.
A día de hoy estoy como el día 9 de marzo, sin poder ni tan siquiera haber inscrito mi nombre en el consulado, ni en Quito ni en Guayaquil.
Espero que esto solamente lo haya tenido que vivir yo y que otros hayan tenido mejor suerte.
Así que el día 6 de septiembre de nuevo estoy en España.
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