La realidad




Tengo el deber de pediros perdón por esta ausencia tan larga sin enviaros noticias. No tengo excusa, sólo el haber pasado por un gran desánimo viendo que las cosas no salían como uno quisiera. Os explico.

Me he sentido muy sólo y no conseguía enganchar a nadie en los proyectos que ya teníamos entre manos. He ido rebajando las expectativas casi hasta el mínimo, analizando el porqué no conseguía hacer un equipo capaz de seguir adelante. Me he ido dando cuenta de que no era yo, sino que la situación es bastante general y que estamos en una cultura donde el voluntariado no es atractivo. La gente en seguida te pregunta, y ¿Cuánto me vas a dar?. Es una tendencia general y no sólo aquí en Cojimíes, por lo menos en Manabí he comprobado que es igual. Sería bueno hacer un estudio de por qué está ocurriendo esto, ¿quizás todas las ayudas que vinieron cuando el terremoto han hecho que la gente se haya acostumbrado a que se les de todo gratis? ¿quizás la cultura individualista que va ganando terreno? Pueden ser varias cosas y el tema como os digo es de estudio.

Pero no es de esta realidad de la que os quería hablar, sino de una más dura, la situación de mucha, muchísima gente que lo está pasando muy mal.

Os cuento. Ante la ausencia de más voluntariado, nos centramos en los adultos mayores, es decir, en las personas mayores que venían a las clases de alfabetización. Ellos sí que son fieles. El grupo se ha mantenido y ya ESTÁN LEYENDO. a ver si s pongo un vídeo para que lo comprobéis. (en la parte de abajo del artículo está).


Pues bien, notamos como algunos de ellos tenían problemas para cobrar la ayuda que les da el gobierno, tenían que madrugar muy temprano para ir a la ciudad más próxima que está a 40 kilómetros, y ahí hacer colas de hasta seis horas en el único Banco que les pagaban la ayuda, sin saber si al llegar a la ventanilla, les decían que no había sistema, no aparecía su nombre o vuelva usted mañana sin otra explicación, o que ya la ayuda no se la daban sin ninguna explicación o motivo.

Ver estos problemas hizo que tuviéramos un encuentro con el MIES, lo que serían los Servicios Sociales de aquí para plantearles esa situación. Nos dijeron que tomáramos el nombre de esas personas y se las pasáramos para revisar sus casos.

Y aquí viene lo bueno, se corrió la voz de que estábamos apuntando para el bono y ya son más de trescientas cincuenta personas que han venido a apuntarse, personas de todo tipo, adultos mayores, enfermos con tratamientos costosos, madres solteras (hasta con cinco hijos dos de ellas), discapacitados, personas en extrema pobreza mantenidos por sus vecinos, etc. Seguramente todas las personas que han llegado hasta nosotros no necesiten urgentemente, pero puedo asegurar que más del 60 por ciento sí.


A partir de ahí, yo digo que ha comenzado nuestro trabajo de Cáritas en serio, porque nosotros no tenemos soluciones, no tenemos recursos, pero sí que podemos acompañar a los diferentes colectivos y mediar ante las instituciones para que tomen conciencia y vayan poniendo algunas soluciones.

Hemos comenzado a trabajar en tres terrenos que nos ocupan el tiempo. Por un lado, estamos visitando a los diferentes sectores (barrios. Hay dieciséis en Cojimies al margen de las comunidades rurales) convocando a los que se han  apuntado y a todo el que quiera asistir (las reuniones suelen ser de una media de treinta personas), donde les pedimos que como vecinos que conocen la REALIDAD nos señalen a los que verdaderamente necesitan las ayudas en su sector, y esas personas las presentamos ante el MIES como preferentes. No sólo nos relatan necesidades escandalosas que cualquier político se le debía caer la cara de vergüenza de conocerlas, sino que también nos hablan de la situación de los diferentes colectivos. Estamos conociendo una REALIDAD que percibíamos en su superficie nada más. Hay necesidades extremas. Algunos ejemplos:

- Tratamiento de Alzheimer que supera con creces los ingresos de la familia por lo que no pueden llevarlo a cabo y hemos visto como va creciendo el deterioro de la persona sin poder hacer nada.

- Personas encamadas por problemas de salud sin poderles dar las recetas que se les prescribe por falta de recursos.

- Casos de personas que asumen que se van a morir porque no tienen para seguir el tratamiento.

- Discapacitados a los que les piden hasta 800 dólares por darles la tarjeta de discapacidad. Sin ella no pueden percibir ayudas.

- Personas que no les renuevan la cédula por problemas supuestamente informáticos y quedan fuera de todo. Sin cédula de identidad no existes para la administración.

- Madres solteras sacando adelante a uno dos, tres, cuatro, y hasta cinco niños sin ningún tipo de recursos.

- Personas, muchas personas, a las que se les deniega la ayuda y están siendo mantenidas por los vecinos porque no tienen ningún tipo de ingresos.

- Y así, suma y sigue.

Del MIES, hemos conseguido que revise mensualmente diez casos para devolverles el bono, la ayuda, cincuenta o cien dólares al mes. Lo está cumpliendo, pero es insuficiente.


También se ha comprometido a solucionar el tema de las esperas larguísimas en la puerta del banco dando otro tipo de alternativas.

Hemos conseguido establecer un coordinación estable, una vez al mes, para reflexionar sobre esta realidad. También ellos reconocen que el sistema está fallando y que no responde a la gente necesitada.

Por último, debemos reconocer la gran solidaridad que hay a nivel de vecindario, sobre todo para casos urgentes, todo el mundo ayuda. Por nuestra parte una vez a la semana hacemos un bingo solidario y suelan participar alrededor de cien personas. Lo que se saca nos sirve también para ayudas a casos urgentes: una operación, un sepelio, unas medicinas caras, etc. Ya hemos ayudado así a varias familias, pero es insuficiente.

Como veis mi REALIDAD ha cambiado porque nos hemos metido de lleno en la verdadera REALIDAD de la gente que nos rodea, y eso que estamos hablando sólo de la zona urbana de Cojimíes, porque en la zona rural los problemas seguro que se acrecientan.

Es por ello que vuelvo a escribiros, para poder describiros algo de lo que vamos conociendo. Y para solicitaros toda la ayuda que nos podáis hacer llegar, ya sea animando a gente a que se venga por aquí a echar una mano, a ayudarnos a presentar proyectos en algún municipio de por allí. A hacernos llegar algún tipo de recursos.

Os tengo que aclarar que no pretendemos solucionar la REALIDAD que vamos conociendo, eso sería una utopía en toda regla, pero vamos dando pequeños pasos. Nuestro papel es fundamentalmente de acompañar, y la necesidad más urgente por nuestra parte es poder llegar hasta el último rincón para que sepan que no están solos, que alguien se acuerda de ellos, y lo que nos falta es algo de plata para los desplazamientos, para que los pocos voluntarios que vamos consiguiendo por lo menos no tengan que poner más plata de su bolsillo.

Os seguiré contando, claro que sí.



Comentarios

Entradas populares de este blog

VUELTA A ECUADOR

Los adultos mayores

La burocracia