Alfabetización para adultos

Ayer celebramos en Cojimíes el comienzo de las clases de Alfabetización de Adultos. Comenzamos con el primer grupo y lo más importante es que conseguimos que los que vinieron se fueran muy contentos de cómo se había desarrollado la clase.

Al principio como era lógico y esperábamos,  se notaba la vergüenza, incluso más de uno la expresó a su manera: "Ya a mi edad, con 83 años, para qué". "Pero si yo no veo las letras pequeñas... ya mi vista...". Pero allí estaban. Los primeros que habían aceptado la llamada para intentar aprender a leer y a escribir. Y eso se lo agradecimos desde el principio.


Un cuento visual

Julia, Nina y yo, los tres primeros profesores que hemos comenzado estas clases, las habíamos preparado con mucho mimo teniendo clara la metodología a seguir, el objetivo de la primera clase, que no era otro que el dar confianza, mucha confianza a las personas que vinieran, y con tres palabras claves que definieran el proceso que estábamos comenzando.

Una enseñanza democrática, todos y todas tenemos el derecho de adquirir la capacidad de comunicarnos a través de la lectura y de la escritura, no importando la edad, los recursos, la capacidad, etc. porque aprender a leer y a escribir es un derecho que no nos lo pueden quitar. 

La segunda palabra era: Una enseñanza solidaria; nadie es más que nadie, nadie es ignorante ni nadie es sabio. Todos nos ayudamos para que todos aprendamos, porque todos tenemos cosas para aprender y todos tenemos cosas para enseñar. 

Y la tercera palabra era: Ecuatoriana. Una enseñanza ecuatoriana, porque el proceso que comenzamos tiene mucho que ver con los derechos de la persona y el entorno donde vivimos que es nuestra vida. Muchas de las cosas que vamos a ver y que nos apoyaremos en ellas tienen que ver con las experiencias propias y esas las hemos vivido aquí, en Ecuador.

Los tres profesores tenemos claro que vamos a seguir una metodología analítica, partir del concepto, partir de la experiencia de cada uno de los educandos para ir bajando hacia la oración, la palabra y la letra, porque leer y escribir no es unir letras y hacer palabras, porque leer y escribir es comunicar, es expresar ideas,, es relación con el otro y con el mundo.

¿Y porqué comenzamos estas clases? porque desgraciadamente el nivel de analfabetismo en esta parte de Ecuador es muy alto, mucho más en las comunidades rurales, porque por falta de recursos, por falta de conciencia, por falta de escolaridad, por falta de buenos sistemas educativos, mucha de nuestra gente no tuvo en su momento la oportunidad de aprender, pero siguen teniendo esa ilusión, esas ganas de conseguirlo.

Ayer comenzó el primer grupo, pero ya hay otros dos esperando para comenzar, en dos comunidades rurales, y eso sin hacer propaganda. Estas ganas de aprender nos obliga a hacer escuela a la vez que vamos acompañando los primeros grupos, es decir, uniendo a este pequeño grupo de profesores otros que nos ayuden a llegar a más gente y más lejos.

Este primer grupo de alfabetización, también es la primera actividad para que en la Casa del Niño vayamos creando un Centro de Día de Mayores, donde además de estas clases, podamos tener un espacio donde se puedan ir encontrando los adultos mayores, con otras actividades de capacitación: manualidades, memoria, cultura autóctona, historia, etc... actividades lúdicas, prensa, internet y tv. y periódicamente excursiones a lugares turísticos. Lo que en España conocemos como Centro de Jubilados, que aquí no los hay.

Ayer, algunos de estos mayores hablaban emocionados contando las penurias de su infancia y el porqué a su edad todavía no saben leer y escribir, más de una lágrima se derramó, no de tristeza, sino de emoción al compartir con el resto sus ganas de por fin aprender a leer y a escribir.



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