EN QUÉ CARITAS CREEMOS

Cuando llegamos a Cojimíes y recibimos el encargo de formar la Cáritas, lo primero que sentimos fue el reto de crear algo desde cero. Cojimíes es un pueblo tranquilo, alejado del ruido, acogedor para sus moradores y para los turistas que se acercan, pero al mismo tiempo es un pueblo con muchísimos problemas de miserias, soledades, egoísmos, carencias, ausencias, etc. Es un pueblo decaído, desanimado, con pocas redes sociales y desencatado de las promesas que nunca se cumplen.



Sabíamos que la tarea era inmensa pues Cojimíes tiene su parte urbana y su parte rural, y ésta es extensa, con decenas de pequeñas comunidades alrededor del estuario, un estuario contaminado que va perdiendo el tesoro de la pesca y con ello los medios de vida para sus habitantes, que cada día son más pobres y más olvidados. Un peligro evidente es que los jóvenes tienen que emigrar para buscarse el sustento y con ello las comunidades pierden su futuro.

Para la formación la Cáritas, aquí y en cualquier lugar, la guía fundamental es la parábola del Buen Samaritano. “… Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión, 34 y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacando dos denarios[a], se los dio al mesonero, y dijo: «Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré»….

De ella podemos sacar algunas grandes enseñanzas:

 

Apuesta por la vida

Apostar por la vida, crear vida, es detenerse, mirar al otro, acogerle, apostar por él, animarle, darle esperanza, acompañarle, caminar juntos.

En nuestra realidad de Cojimíes, es una apuesta por devolver a sus gentes las ganas de vivir, de relacionarse desde lo positivo, de devolverles la esperanza en el futuro, de promover relaciones positivas, de generar valores.



Y en esto nos puede ayudar apostar por la cultura, por ofrecer espacios de relación, por bailar, pintar, hacer teatro, reunirnos para ver cine, ofrecer la ilusión de lo bien hecho, de recuperar viejas tradiciones perdidas que devuelvan la identidad, de recuperar la ilusión. En definitiva, ofrecer espacios para la relación.

 

Respuesta a las necesidades

Y esta apuesta por la vida también nos lleva a detenernos ante las necesidades, curar las heridas, compadecernos del que sufre, acompañarlo en ese sufrimiento, hacerlo uno de nosotros.

En Cojimíes, en el poco tiempo que llevamos hemos detectado mucho sufrimiento: muchas personas sin trabajo y con pocos recursos, jóvenes desanimados que buscan la falsa ilusión de las drogas, soledad en adultos mayores que viven solos y apenas salen de sus casas, carencias educaciones fuertes, analfabetos en todas las edades, mujeres que sufren en silencio la violencia machista, dejadez en las instituciones que prometen y no cumplen, quedando muchas comunidades sin los servicios más elementales (vías de acceso, salud, educación, etc), deficiencias sanitarias, hay un subcentro de salud pero a partir de determinadas horas no hay quien atienda, además del encarecimiento de las medicinas, niños creciendo solos porque sus padres tienen que trabajar en horarios muy largos en las empacadoras, un alto porcentaje de discapacitados dadas las relaciones de endogamia fruto del aislamiento de muchas comunidades, problemas alimenticios debido a la escasez de recursos y a un bajo nivel cultural… y podríamos seguir nombrando.

Ante todo este cúmulo de necesidades, podríamos seguir nuestro camino como en la parábola o detenernos y compadecernos y en este reto estamos. La Red de Cáritas que soñamos intenta dar respuesta en la medida de lo posible a todos estos problemas, pero no solos.

 

Apoyo en las redes.

Así como en la parábola el buen samaritano lleva al herido hasta el mesón para que manos más expertas lo curen, nosotros queremos apoyarnos en las redes existentes en Cojimíes para que en cada uno de los aspectos podamos contar con manos más expertas que las nuestras que colaboren en la solución.

Apostamos por trabajar en red y promover coordinaciones que posibiliten ser más eficaces y más eficientes en el trabajo a la hora de atender las diferentes necesidades.



De esta manera, es trabajo de Cáritas conocer el tejido social de Cojimíes, qué asociaciones existen, coordinarnos con ellas, ofrecer nuestros servicios y pedirles su apoyo en los procesos comenzados, caminar juntos unos y otros para ser mas fuertes todos.

Cáritas tiene la tarea de hacer una sociedad más unida y coordinada, decimos más fraterna, que ilusione y que mire siempre a los que caminan más lentos para no dejarlos atrás y que se vayan integrando en los diferentes grupos y ofertas que se realizan entre unos y otros.

 

Apoyándonos en lo que nos manifiesta Jesús a través de esta bella parábola nuestros tres grandes objetivos son:

-         - Promover en Cojimíes una sociedad más fraterna y más solidaria.

Atender e intervenir en las necesidades tanto a nivel individual como colectivo.

- Generar redes sociales para el trabajo coordinado con todas ellas.

 

Nuestra metodología

Si hablamos de metodología nuestros grandes ejes metodológicos son:

-          

El acompañamiento

 

Las personas y los grupos con los que trabajamos nos tienen que sentir cerca, confiar en nosotros, hacernos panas con ellos, para que sientan y sepan que nunca los vamos a abandonar, porque en el proceso que comenzamos nos hacemos hermanos, nos unimos para siempre pase lo que pase. No prometemos, estamos al lado. Es un camino juntos que se inicia pero no tiene fin.

 

La capacitación

Una vez que iniciamos el camino, es muy importante conocer, saber qué hacemos y hacia donde vamos, por lo que la formación continua es un pilar de nuestro trabajo, formación tanto en la tarea, es decir, en lo concreto que vamos haciendo, como formación en valores, que es lo que nos impulsa a realizar esa tarea.

Estas formaciones y capacitaciones empoderan a la gente y los hacen o nos hacen capaces de seguir promoviendo ese tipo de persona en el que creemos y ese tipo de comunidad fraterna en la que soñamos.


 


La integración

 

No hacemos para el otro, sino que caminamos junto al otro. El otro soy yo, yo soy el otro. Cuando hablamos de fraternidad, no hay mejores y peores, somos hermanos, hijos del mismo padre que buscamos entre todos lo mismo, ese anunciado Reino de Dios aquí en la tierra.

 

Por lo tanto, cuando intervenimos en una necesidad concreta, además de curar el sufrimiento lo que buscamos es ilusionar a las personas y a los grupos en nuestro mismo sueño, y los hacemos parte del mismo, les invitamos a caminar juntos.

 

QUÉ NADIE SE QUEDE ATRÁS




Comentarios

Entradas populares de este blog

Los adultos mayores

PROBLEMAS CON EL BONO II

PROBLEMAS CON EL BONO I